A MENINA de madeira não chegou caminhando:
Ali esteve de súbito sentada nos ladrilhos,
Velhas flores do mar cobriam sua cabeça,
Seu olhar tinha tristeza de raízes.
Ali ficou olhando nossas vidas abertas,
O ir e ser e andar e voltar pela terra,
O dia descolorindo suas pétalas graduais.
Vigiava sem ver-nos a menina de madeira.
A menina coroada pelas antigas ondas
Ali fitava com seus olhos derrotados:
Sabia que vivemos numa rede remota
De tempo e água e ondas e sons e chuva,
Sem saber se existimos ou se somos seu sonho.
Essa é a história da moça de madeira.
Tradução: Carlos Nejar
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Soneto LXVIII
Mascarón de Proa
La niña de madera no llegó caminando:
allí de pronto estuvo sentada en los ladrillos,
viejas flores del mar cubrían su cabeza,
su mirada tenía tristeza de raíces.
Allí quedó mirando nuestras vidas abiertas,
el ir y ser y andar y volver por la tierra,
el día destiñendo sus pétalos graduales.
Vigilaba sin vernos la niña de madera.
La niña coronada por las antiguas olas,
allí miraba con sus ojos derrotados:
sabía que vivimos en una red remota
de tiempo y agua y olas y sonidos y lluvia,
sin saber si existimos o si somos su sueño.
Ésta es la historia de la muchacha de madera.